My piece of sky

El viaje ha finalizado, y con ello mis posts en «A piece of sky». Ya de vuelta en Barcelona, toca de nuevo adaptarse. Esa ha sido mi eleccion. Despues de lo vivido, no creo que resulte tan dificil como algunos podais pensar. Ya veremos.

Hacer una valoracion resulta imposible. Muchas vivencias las he intentado transmitir a traves del blog; otras impresiones, sensaciones que no se cuentan aqui quedaran para mi, y otras para mi gente mas cercana, que han compartido, vivido y sufrido, cada cual a su manera, este año de viaje alrededor de mi mundo, mi piece of sky.

No se me ocurre otra cosa que GRACIAS.

Prueba Final Eli Fog

La prueba final decía lo siguiente:

«Willy Fog casi pierde su apuesta por no controlar adecuadamente el cambio horario entre países, pero por ello tu sueño no se habrá cumplido hasta que tengamos la prueba definitiva Foto de Eli y Danonino delante del Big Ben con un periódico del día final de tu aventura»

La última prueba era prácticamente imposible, ya que mi parada en Londres no era más que una conexión de vuelo. Eso sí, hice tiempo record de pasar de la T5 a la T3 de Heathrow…corriendo, gritando abran paso etc. De ninguna manera podía perder esa conexión hacia casa y el tiempo era muy muy ajustado.

No tuve tiempo de visitar el Big Ben, pero si de robar un periódico y sacar mi foto final..por supuesto, el periódico adecuado…»The Independent», con fecha de 15 de abril del 2009-

Por lo tanto …Eli Fog ha estado

350 días, 2 horas y 14 minutos

dando la vuelta al mundo!!!!!!!!!

Prueba numero 16 Eli Fog

La prueba numero 16 de Eli Fog decia lo siguiente:

«¿Quién es José Duarte? Búscalo y hazte una foto con él. Si quieres una prueba más fácil, ahí va : Vístete de Carioca en Carnaval (ya sabes con Bikini y plumas)»

Fui a Sao Paulo con la unica intencion de cumplir con esta prueba…

Llegue al aeropuerto de Guarulhos desde Salvador a las 2 a.m, por lo que de nuevo tocaba dormir por alli. Esta vez consegui juntar dos mesas y colocar alli un pequeño colchon inflable. De nuevo la mochila pequeña sirve de almohada y me ato a la mochila grande. Algo dormi, no se cuanto, pero algo era. Vereis, es que TODAS las sillas tenian reposabrazos, y era imposible tumbarse de ninguna manera. No me gusta este aeropuerto. Sigo diciendo que huele mal.

Bueno, a las 7 a.m. tomo un bus local hasta llegar finalmente a una parada de metro. El metro de Sao Paulo esta muy bien, siempre y cuando no sea hora punta, que lo era, asi que moverse por alli era una odisea, sobre todo con mochila. Me recordaba al metro de Tokio! Colas infintas para entrar, gente empujando, guardia para distribuir la gente, puestos de socorro en las estaciones,algun que otro desmayo…

Me alojo en un hostel que en realidad es una casa colonial, preciosa, diria yo. Eso si, hoy toca dormitorio comun.

Bueno, que me enrollo,perdon…vamos a la prueba.

Habia quedado hoy dia 13 con Duarte, de Sistemas, Danone Brasil a las 19.00

Decido ponerme lo mejor que tengo, o sea, unos vaqueros , mis zapatos de trekking y una camisa. Hasta decido plancharla! A falta de plancha en el hostel,no me corto ni un pelo y acabo en casa de una vecina, usando su plancha, no os lo perdais. Incluso me da un liquido para dejar la ropa perfumadita! Perfecto!

Ya duchada y vestida, emprendo el camino a pie a la Avenida Paulista, donde se encuentra la oficina. Eso si, cuando miro los numeros estaba en el 35, y tenia que llegar hasta el 2300!! Normalmente no supondria un problema, pero llueve a mares! Decido lanzarme a la carrera por la Avenida (tipo la Castellana de Madrid, pero de aceras mas amplias). Cuando por fin llego al numero 2300, al cabo de una hora, estaba calada hasta los huesos, y mi pelo era una mezcla entre el de Pumuki y Diana Ross. Hago lo que puedo para parecer presentable y decido esperar,en la puerta ( que asi me seco) ya que faltaban 15 min para la hora.

Nada, a las 19.00 venga a salir gente de la oficina, pero no veo por ningun lado a Jose. 10 minutos de cortesia, y decido entrar. La recepcionista me dice que no trabaja alli! Eh? Le deletreo el nombre por si las moscas, pero nada, que no. Y ah0ra que hag0? me pregunto. Finalmente se le ilumina la bombilla a la de la recepcion y me dice que hay otra oficina de Danone. No fastidies!

Me dice que esta «perto», o sea cerca, pero que no sabe en que numero. «Pues ya estas llamando a alguien para informarte» , le digo yo. Asi que asi hace. Despues de unos 5 minutos (que las he visto mas rapidas), me da la info. Otra vez carrerita por la Avenida Paulista, de nuevo bajo la lluvia, ….mi aspecto ya me daba igual, no se para que plancho nada, la verdad.

Llego a este otro edificio, y entro directamente, de perdidos al rio. Ya eran las 19.25! ¿y si me estaba esperando?

El portero no tiene ni idea de nada y llama a otro señor. Este edificio no tenia ni control de entrada. El otro señor me sube directamente a una planta, entra y a voz en grito pregunta por un tal Jose. Yo no sabia ya donde meterme. Al final, me dice que mejor que pase. Paso y pregunto por alli. Sus compañeros me dicen que no ha venido a trabajar porque su mujer acaba de tener un niño! Esto ya me parece surrealista. Bueno, finalmente le cuento la pelicula a un compañero que esta tan conmovido que decide llamarlo a su casa!! Me pasa el telefono y hablo con el. Me dice que con tanto lio , no se habia acordado ni de escribirme, lo normal, claro!

Insiste en venir para sacarse unas fotos conmigo!, pero claro esta no procede, tal y como lo veo yo. Lo unico que se me ocurre es «Muchas Felicidades Jose!» (ah, y me debes una cerveza). 🙂

Aqui acaba la historia de esta prueba. Solo consegui hablar con el por telefono!! Despues de esta odisea, creo que hubiera sido mas facil ir al Carnaval de Rio, meterme en el Sambodromo y vestirme de Carioca o lo que haga falta.

Como con mi moral no puede ya casi nada, Danonino ( que evidentemente venia de excursion cantando «I’m singing in the rain»), y yo decidimos darnos una alegria para el cuerpo con una «cerveja y pao de queijo«.

Siento fallar la prueba. Me voy de Sao Paulo,que hoy todo sale mal. Es dia 13, ¿sera por eso?

Últimos coletazos en Bahía

Hoy es Domingo de Pascua. Me acabo de enterar porque está todo cerrado. Como veis, sigo igual, sin enterarme de los festivos. También sigo en Salvador. Últimos días de ver una playa perfecta, …hasta que llegue a las grandiosas playas de Barcelona, claro…

Ayer tocó ir a La Praia do Flamengo. Está a una hora en bus, pero merece la pena, os lo aseguro. Kilómetros de extensión, que dan para pasear arriba y abajo, arriba y abajo. Eso combinado con una garrafa da cerveja de vez en cuando, claro! La playa es de esas a las que van las familias a pasar el día, pocos turistas.

Hace un calor sofocante, humedad extrema y sin brisas de aire. Un infierno en ese sentido. No sé ni para qué me ducho, la verdad.

Estoy preparada para decir adiós a Bahía. Esta noche vuelo a São Paulo, a ver si puedo cumplir con la última prueba de Eli Fog.

Bajo el sol de Morro haciendo una cuenta atras

Y es que sigo aqui, en el Morro de Sao Paulo, «atascada», por decir algo.

la vida en esta isla es tan relajante que cualquiera se va. Sin coches, andando descalza y en biquini, a comer, a por caipirinhas, jugando a las palas. Ya me concocen por aqui,supongo que no lo dudabais. Tengo a mi panda para jugar al frescobol (version brasileña de las palas), o para organizar comidas en las pousadas de unos y otros.

En teoria es otoño, pero el sol luce como si fuera verano. La gente misma de la isla se sorprende por el tiempo que hace. Yo no me quejo para nada…es la primera vez que me hace bueno en semana santa!

Cada dia se organizan fiestas en un sitio determinado de la isla, asi que uno va al sitio que toca a cada dia. Lo malo, como en todo Brasil es quela cantidad de droga y prostitucion es brutal. No hace falta moverse de la silla, vienen a ti. Es un poco agobiante y todo. Pero bueno, salvando eso y que la otra mitad que no mueve droga viven sus vidas como si fueran una telenovela ( porque las telenovelas las dan 24 horas), yo voy a mi rollo, para variar.

Me queda menos de lo que canta un gallo para volver. Quizas tocaria hacer valoracion del viaje, de la experiencia, pero por ahora paso. Hace ya casi 3 semanas que he dejado de «viajar». Me dedico a la buena vida,aunque con sus limitaciones. Yo ya he vuelto a los dormitorios comunes….

La necesidad de un calendario

Ante la desesperación que supone subir fotos , no puedo más que contaros mi vida en la isla.. Realmente no hay mucho que contar.

Estoy alojada en la pousada «Aparecida do Mar», de la tercera praia y con un desayuno que me sirve como comida de todo el día.  Me lo tomo con tranquilidad, que para eso he venido aquí, para  poder pensar con claridad. De vez en cuando necesito de estos momentos.

Realmente no hago mucho, lo típico que cualquiera haríais de vacaciones, porque ahora si, estoy de vacaciones, o parecido! Paseos por la playa, libros, açaí, cocos, explorar la isla…

Abundan por los alrededores del Morro piscinas naturales de agua cristalina y si tienes suerte puedes incluso ir a tomar algo a un bar flotante, cuando no comer ostras.

..es la primera vez en mi vida que me meto una ostra a la boca! De lo estresada que estaba, no me supo a nada, la verdad…pero es aspecto es repugnante, pero oye, tenía que probar,no?

De la isla destaco su diversidad, ya os digo que se puede venir aquí de juerga o de meditación, hay toda clase de sitios

Lo que más me llama la atención son las subidas y bajadas de marea kilométricas! El primer días me desperté por la noche del sonido del vivén del agua que se acercaba a la puerta de la pousada! De hecho, durante la marea alta, en esta época del año me quedo incomunicada!..todas las playas, exceptuando la segunda, desaparecen casi al completo.

Hay otras 26 islas que forman el archipiélago de Tinharé, cubiertas de bosque tropical y rodeadas de agua cristalina.Destacan sobre todo Boipeba, formada por poblado de Velha Boipeba, São Sebastião, Moreré y Monte Alegre. Yo me quedo con Moreré, donde no hay ni muelle, por lo que el desembarque de carga y personas se realiza por medio de canoas. Es lo más parecido a estar en una isla desierta.

Últimamente miro mucho el calendario, y es que me queda menos de lo que canta un gallo ( de ahí la apatía a la hora de escribir), a menos claro que pierda el avión de vuelta! Necesito un calendario. Ya sabéis que yo ni me entero de los días festivos, ni de las vacaciones, ni de cuándo se cambia la hora…sólo controlo mi día favorito de la semana…los lunes.

Hoy pienso ir caminando a Gamboa, cerca del Morro. Al parecer se debe ir en marea baja, pero no sé ni cuándo toca hoy. Está claro que necesito además un calendario de mareas….

El paraíso del Morro de São Paulo

El Morro de Sao Paulo, a pesar de su nombre está cerca de Salvador, forma parte de la isla de Tinharé. Hay varias formas de acceder a la isla. En avioneta, desde el aeropuerto de Salvador ( muy caro), tomar un catamaran que tarda dos horas ( caro, pero menos) o hacer la ruta larga que es mucho mas barata,y que como os imaginais fue mi opción. Primero un ferry boat hasta Itaparica, luego un bus de dos horas hasta Valença atravesando un paisaje selvático y después una barca tipo de pesacadores que utilizan para traer cargamentos a la isla. Mucho más interesante esta opcion! Por lo menos te mezclas de nuevo con la gente del lugar, aunque eso sí, tardé 6 horas. En avioneta son 20 minutos!! Hay 4 playas, llamadas primera playa, segunda playa etc. Poco original el nombre.

Me alojo en la tercera playa, donde hay unas posadas espectaulares, tipo villas. La segunda playa es donde hay bares, restaurantes, movida nocturna. La cuarta es tranquila, son kilómetros de arena, alguna pousada y sin bares. La verdad es que todo esta a tiro de piedra.

No hay coches, solo carretillas, y es que puedes recorrerla por entera descalzo! Como siempre voy persiguiendo los inicios de temporada baja. Aquí en teoría comenzaría el otoño, pero hay sol, sol, y sol. Poca gente y precios mucho más bajos! Hasta tengo aire acondicionado y tele en mi cuarto que está en primera linea de playa! Un lujo!

Es mi pequeño regalo de despedida del viaje. La verdad es que quiero estar tranquilamente por aqui, ya que comenzar a pensar en la vuelta agobia a cualquiera. Todo se andará.

Tengo problemas de conexión a la red, por lo que subir fotos es complicado (como en casi todas las islas). Claro que podéis dar gracias, porque alguno se tiraría de los pelos.

Me voy a la playa , que sólo tengo que levantar un dedo para que me traigan un açaí o mi «suco» preferido, el de aguacate con leche! ..Eso cuando no me da por los cocos o las caipirinhas. Viva el desanso!! Mis pies lo agradecen.

La otra cara del Pelourinho

El Pelourinho de día es otra cosa. La verdad es que es un barrio de los que tienen muchísmimo encanto. Tras tomar el bus hasta el Mercado Modelo, zona de artesanía, se toma un elevador para subir a la parte alta de la ciudad. Callejuelas empedradas, plazas, iglesias, museos, mucha gente en la calle sentada, tomando helado, vendiendo artesania…

Muchas señoras con el traje típico de Bahía.

Hoy me he metido un plato típico de por aquí, una moqueca de camarones, por supuesto con sus frijoles, arroz y mandioca. Tremendo. La señora me lo ha dejado a mitad de precio, porque le he caído en  gracia, y le daba conversacion. De lo más maja.

Por allí me he encontrado a Pitbull de nuevo, así que nos hemos sacado una foto. Aqui os lo dejo, que seguro que teneis curiosidad..Igual voy hoy a su clase de capoeira, ya os contaré.

Ayer estuve en unas playas un tanto alejadas de Salvador, el Arempepe, a una hora y media en buses colectivos. La playa es impresionante, tranquila, pueblos de pescadores y sin tanto acoso como en otras playas. Aquí es bastante seguro estar en la playa. El problema ha sido a la vuelta. He tomando otros bus diferente, y he acabado de noche tirada en una parada sin nadie por ahí. La verdad es que lo he pasado mal. Daba por hecho que me iban a robar. Estaba oscuro, y cualquiera que pasaba fortuitamente por allí, se quedaba soprendida de ver a una blanca de piel en una parada de bus a esas horas. Acabé sana y salva en el hostel.

Samba-reggae en El Pelourinho de Bahía

Tras otras 6 horas de autobús, aparezco de nuevo en São Paulo. Ya van dos veces que piso la ciudad y paso de largo.. Avión de low cost «Gol Airlines» camino a Salvador. Evidentemente los precios más bajos son vuelos nocturnos. Llego a las 2 de la madrugada al aeropuerto de Salvador. Tengo mucho sueño ya, asi que busco un sitio idóneo para dormir..lo mejor es quedarse en la zona de tránsito aereo, pero no siempre es posible. Tras comprobar que hay vuelos durante toda la madrugada, opto por la zona de salidas nacionales. Columna a la vista y allí en el suelo me duermo abrazada a la mochila. Lo de dormir es un decir, claro. Un ojo abierto y uno cerrado. Ya había conversado con una señora de la limpieza que me vigilaría para que no me roben mientras duermo. A las 7 de la mañana tomo un bus hacia la zona de Barra en Salvador de Bahía.La de la limpieza no me deja irme antes. No es seguro.

Encuentro hostel pero no puedo hacer el check in hasta las 12. No me corto ni un pelo y les digo que me dejen algun rincón para echarme un rato. Consigo una hamaca y me que quedo frita.

Por la tarde, la vida de nuevo da un giro. Aparezco en la zona famosa del Pelourinho. Este sitio sí que es peligroso, sobre todo por la noche. Eso sí, es donde se cuecen los grandes eventos. Queria ir a un festival de la banda Olodum, que os lo voy a describir para que os hagais a la idea.

En total debemos ser unos 8 blanquitos de piel. El resto afro brasiliero, como es de suponer en la zona de Salvador. Todo el mundo te mira, claro está. Control a la puerta. Es gratis, pero aforo limitado. Me presenté allí con exactamente 6 euros. No llevaba nada más, y menos mal. La música en directo de tambores de ritmos africanos al unísono a todo volumen. Me recuerda a estar en la plaza de la catedral en las fallas de Valencia. La gente baila al ritmo del samba reggae. Es imposible no hacerlo. Es como estar en carnaval.

El toqueteo que hay allí no es normal. Ellos se te acercan, primero bailan y luego mano por aquí y mano por allá. Y no es broma. Proposiciones de toda clase tampoco faltan. No era un sitio muy seguro para estar, lo sé, pero no me lo podía perder. La música y el ritmo es impresionante. Había aparecido allí con un tal Rogerio, apodado «Pitbull», profesor de capoeira en el Pelourinho. Un tío muy legal. Él me mantenía a salvo de tantas manos para poder disfutar de la fiesta.

La situación empeora a medida que pasa el tiempo y el recinto se llena de cervezas. En total me metieron la mano en el bolsillo unas 5 veces, 5 que pillara yo, claro. sigo conservando mis 6 euros porque no estaban en mis bolsillos…. El ritmo es frenético, cargado de energia. Es impresionante verlo. Al salir, por supuesto bajo la atenta mirada de todos, me lleva con sus amigos a unos bares de la zona, donde la samba sigue en la calle. Bares a los que un blanquito no puede ir por su cuenta. Aquí ya entre cervezas, acosos y más proposiciones indecentes de otra gente del bar, además se rulan drogas. Cocaína, para ser más precisa. Pitbull y sus amigos pasan. Uf, menos mal. Tras un par de horas y ante el desmadre que supongo que se avecina, le digo a Pitbull que la blanquita se pira. Tras mucho insistir, consigo que me dejen en un taxi. Estoy estresada de tanto vigilar por mi integridad física… Una experiencia que sólo se puede tener en Salvador.

La fama desmerecida de Río

Sigo en Río, de playa en playa, descansando. La verdad es que estoy rota. Los meses ya pesan, y lo peor es que también pasan. Queda apenas un mes para volver,…pero por ahora  hablemos de Rio.

Muchos me preguntais  por la seguridad en esta ciudad. Os comento cómo lo veo yo. Río es ENORME, por lo que hay zonas y zonas. En general las zonas turísticas son seguras, me refiero sobre todo a Ipanema, Copacabana, Barra.. Por supuesto hay reglas básicas a seguir. La más importante  a mi entender es no llevar nada encima que no estés dispuesto a que te roben. Esto aplica sobre todo para ir a la playa. Una bolsita de plástico con lo indispensable y las chanclas. Así va la gente de aquí, no es que yo sea una paranoica. Si te roban, les das lo que tienes sin discutir, esas son las reglas, sencillo.La playa de noche ni pisarla.

Lo otro que hay que saber es muy básico. No meterse en calles solitarias, callejones oscuros, vamos nada que no hicieras en otro sitio del mundo. Tema aparte son las favelas. Prohibidísimo entrar en ellas, es territorio de narcotraficantes. Allí o vas a hacer algo en concreto, como compra de drogas, o no se te ocurre entrar, porque no sales. Hoy en día muchas agencias pagan a los narcos para llevar a los turistas a ver una favela por dentro, para que veais hasta dónde llega el turismo..

Con todo lo dicho Río es una ciudad dominada por el turismo, o sea, que nadie deje de venir porque piense que le vaya a pasar algo. Yo he tomado  buses, metro, caminonetas colectivas, de todo, y no me ha pasado nada.Toco madera. Siempre hay que dejarse aconsejar por la gente del lugar. Si te dicen que no vayas por un sitio, no vas, y punto.

No me parece en definitiva una ciudad tan peligrosa como la fama que le dan.

La vida nocturna de Río es muy viva. Muchas discos, bares, ambientes para todos los gustos….todo tipo de baile. Yo no he visto mucho de esta parte porque me parece caro salir de copas. No he venido para eso tampoco.

Ayer fui por el Barrio de Santa Teresa, muy bohemia y diferente al resto. Se sube en un tranvía de lo más pintoresco, el Bonde. Aquí conocí a una brasileña, con la que acabé comiendo en un bar del barrio…por supuesto una feijoada. Se hace a base de un guiso de frijoles negros (también puede llevar arroz),  carnes  acompañada de col cortada muy fina, harina de mandioca y pimienta. Generalmente se sirven los frijoles y las carnes por separado. Hay variaciones sobre el tema, claro.

El caso es que cogimos el tranvía en una cuesta donde no había ni parada. Al parecer si eres del lugar sabes que para allí, o por lo menos va a velocidad más lenta. Me indicó que me agarrara a la barra lateral, y que me colgara por fuera del tranvía, y así lo hicimos las dos. Al parecer si vas colgada de pie, no pagas. 🙂